lunes, septiembre 04, 2006

EN BOCA DEL SILENCIO

Los inexpertos habitantes del mapa
me miran con ojos llenos de montañas
desde una ciudad que por lo que a mí respecta
podría ser sólo un nombre en un papel.

Yo, que solía morderte en el paisaje,
ya sólo sé viajar del sueño a la vigilia
desde que soltaste esas palabras traidoras
cómo una jauría de perros salvajes.

Y sé que sólo es un recuerdo gris
que me leo de un trago en una plaza de Madrid
y que no amansa mi sed de belleza
ni disimula mi aliento a tristeza,
pero este instante habla en boca del silencio
y no hay música más hermosa que pueda escuchar hoy.