viernes, diciembre 16, 2005

RESACAS DE BOLSILLO

Los coches se abrazan con un estrépito de cristales
mientras nuestros besos se ahogan en un amasijo de labios
cuando hacemos el amor al pie de las llamas;
y nos levantamos con resacas de bolsillo,
afuera alguien grita un nombre en vano,
una botella tiembla con vocación de terremoto.

Envenené tus caricias para que se quedarán conmigo
pero el frío siempre encuentra la salida.

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