BLA BLA BLA BLA BLA
Evidentemente me extingo:
los narcóticos surgen efecto
y todo el alcohol en casa
ya no está en la cocina.
Y ahora estoy
desmantelando sueños y recuerdos,
quemando todos los puentes
y asesinando canciones.
Evidentemente no existo,
soy un efecto secundario,
y todo lo que digo es
"bla bla bla bla bla",
¿pero a quién le importa ya?
Todo el alcohol que necesito
no está en casa.
Y me desmantelo,
me quemo,
me asesino.
Y la cocina es un desierto
y el ordenador un nazi.
Y todo lo que digo es
"yo también te quiero",
¿pero quién me va a escuchar
si yo soy el primero que miente?
Con este panorama
evidentemente no es fácil escapar
ni despertar.
Y todo el alcohol que necesito
sigue sin estar en casa.
los narcóticos surgen efecto
y todo el alcohol en casa
ya no está en la cocina.
Y ahora estoy
desmantelando sueños y recuerdos,
quemando todos los puentes
y asesinando canciones.
Evidentemente no existo,
soy un efecto secundario,
y todo lo que digo es
"bla bla bla bla bla",
¿pero a quién le importa ya?
Todo el alcohol que necesito
no está en casa.
Y me desmantelo,
me quemo,
me asesino.
Y la cocina es un desierto
y el ordenador un nazi.
Y todo lo que digo es
"yo también te quiero",
¿pero quién me va a escuchar
si yo soy el primero que miente?
Con este panorama
evidentemente no es fácil escapar
ni despertar.
Y todo el alcohol que necesito
sigue sin estar en casa.
Joan B - 02:53
Suena realmente cruel decir que algunos naufragios son una auténtica belleza. Pero es así. Algunos lo son. No sé si festejarlo o lamentarlo.
que es esto una queja de ti mismo y de lo egoísta que eres contigo mismo si es difícil despertar pero todo es cuestión de decisión y muchos no la tenemos , pero esto no es magia las cosas no pasan solassssssssss
¿Y el alcohol para qué lo quieres?...¿de qué sirve tener el alcohol si no se tienen las palabras?...sólo el bla bla bla bla...me gustó mucho este escrito, aunque coincido con Ignax en eso de que no sé si festejarlo o lamentarlo...te mando un abrazo :^)
Quizá sea hora de ponerse un abrigo sobre la piel e ir a buscar el alcohol donde quiera que se encuentre. Tomarlo, de la botella y sin respirar. Volver al cuarto, taparse con diez frazadas y dejar que el metabolismo haga lo suyo: transpirar, destilando OH y penas.
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