martes, marzo 29, 2005

CESAREA DE ALCOHOL

Cesárea de alcohol,
sueños apilados como latas de cerveza,
tus huellas dactilares en una botella lanzada al bar.

Veladas de etiqueta blanca y el corazón escondido,
llanuras infinitas a lo largo de la barra,
cuarenta grados a la sombra de una canción.

Bebiendo sin sed de ríos naranja e icebergs en miniatura,
arrancando el nombre a todas las cosas,
intercambiándonos la piel bajo amenaza de lluvia.

Suenan campanas en la ciudad que no es tuya,
nos abriga la espuma de un parking sin coches,
nos observan las antenas de las casas encantadas.

Poetas feroces, unos versos de Carver enjaulados,
caricias de metal, recuerdos en formol,
caballos con forma de jeringa en algún cuarto de baño.

Los vendedores de rosas no creen en el amor,
las madrugadas se venden en la esquina
pero no se pagan en metálico.

La cabina de teléfonos es una isla desierta
cuando quedan diez segundos para el impacto:
nueve,
ocho,
siete,
seis...
Besémonos ahora que la noche es nuestra.

Anonymous Anónimo envió esta estrella:

   Me recuerda a una Madrid de Fuencarral humedecida por una lluvia o por las mangueras de madrugada. Me lleva a una Malasaña de garitos enchapados después de las tres del día que aún no es. Me lleva a regresos zigzagueantes por viejas calles nuevas y a un nuevo hogar que me ve llegar confundido y sonriente.
   Qué gran sensación.

      Îgnax

30/3/05 08:04  

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