viernes, enero 28, 2005

RETRATO DE CIUDAD

Las nubes se inclinan hasta tocar el suelo
con las yemas de sus dedos,
rindiendo pleitesía a las estrellas que caminan por el mundo,
disfrazadas de gente corriente,
con sonrisas congeladas por las sirenas de las fábricas malditas.

Las hojas de los árboles se tiñen de colores venenosos
cuando las ambulancias aúllan entre el dióxido de la ciudad,
las almas vagan con más pena que gloria y las excusas de manual
siguen usándose para maquillar la verdad.

Cuando un millón de ojos mira en la misma dirección,
¿se puede llegar a cambiar la forma de las cosas?

Los destinos se estrellan en el cruce de caminos
de un suburbio a medio construir:
el boulevard también está lleno de gente a medio terminar.
Y en el videoclub, sigue sin alquilarse "¡Que bello es vivir!".

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