miércoles, enero 26, 2005

MI PESADILLA DE LOS VIERNES

Lágrimas vivas, invitación a la locura:
necesitamos aliados en estas horas oscuras.
¿A que velocidad desaparecen las palabras de tu boca?
Esta ocasión se merece un brindis,
pero no con arsénico,
al menos por ahora.

Ya basta de llorar con los finales felices,
bórrame sólo un par de estrellas viejas
y esto habrá acabado:
redibújame en la niebla del retrovisor empañado.
Fuguémonos hacia los cielos grises de Venecia
donde pueda besar tu sonrisa
y levantarme con la ternura del despertador
deseándome un buen día.

Te pido que seas el sueño de mis lunes,
martes, miércoles y jueves,
pero nunca jamás de los jamases,
seas mi pesadilla de los viernes.

Publicar un comentario

<< Home