martes, enero 25, 2005

BESOS CON SABOR A BLUES

Desayuno un corazón adormecido y un par de tostadas,
por fin cayó la última sílaba de mi canción.
El exceso de razones de peso me hace perder el equilibrio:
te gustó el poema que escribí en el libro?
No sé por qué pensaba que sí.

Grabo con fuego mi epitafio en tu barra de labios:
ya es hora de empaquetar las mentiras y decirnos adiós.
Me gusta tu perfume de nicotina,
pero no fumo, gracias.
No te gustaron mis besos con sabor a blues?
A mi me encantaron los tuyos, ya ves tú.

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